No smoking - No fumar. Etiqueta de fumar

Por Pilar Richardson

Las reglas de etiqueta de fumar en público han cambiado mucho a través de los tiempos. Hace años, por ejemplo, era una costumbre colocar un cenicero en una mesa puesta y hasta la cajetilla y encendedor al lado como parte del montaje de una mesa y era la prerrogativa de la anfitriona decidir si se fumaba en la cena. Yo creo que hoy en día, todavía son los anfitriones que dirigen la fiesta en sus hogares, sin embargo, el fumar es un hábito difícil de romper que no a todos les gusta o no todos lo hacen.  Los no fumadores no siempre lo aceptan, pero el hecho es que siempre habrá gente que fuma, por tanto, y para llevar la fiesta "en paz", la clave es tolerarse y tener respeto entre unos y otros. Veamos algunas de las pautas para que esto suceda.

Aquellos que fuman. 

Si estás rodeado de personas que no fuman, pon a un lado tus cigarrillos o muévete a otro ambiente de la casa, al balcón, o la terraza, pero no incomodes a nadie, especialmente si alguien te lo ha pedido de manera amable.  Asimismo, ubícate de tal manera que el humo no ingrese a la casa ni por puertas ni ventanas. Por último, es gentiliza el ofrecer cigarrillos a otros que sí fuman. 

Aquellos que no fuman. 

Sé paciente.  Para los fumadores es muy difícil dejar de fumar, a veces ni desean dejar de hacerlo.  Tampoco ignores el hecho de que disfrutan de un cigarrillo especialmente después de una comida.  Es mejor evitar cualquier comentario, ni formules preguntas torpes al respecto, ni les recuerdes que fumar es malo para ellos, nada de sermones. 

Los anfitriones en su hogar. 

En una fiesta encuentras toda clase de invitados. Los hay quienes asumen que pueden fumar sin ni siquiera pedir permiso. Es tu misión como anfitrión, abordar el tema, acércate de manera discreta al que haya encendido un cigarrillo y pídele que lo apague.  Una vez concluida la fiesta, muy brevemente le dices que tuviste que hacerlo y le agradeces sin darle mayor importancia al tema.

Importancia del cuándo. 

Aunque ahora hay letreros de NoFumar por todas partes, por consideración a los demás no lo hagas en ceremonias religiosas, bodas o funerales que se llevan a cabo en las casas,  tal cual estuvieras en una iglesia.  No está bien hacerlo.

En la mesa. 

A menos que la anfitriona lo solicite, ni ceniceros, ni encendedores o cigarrillos van en la mesa.  Es cortesía básica para aquellos invitados que puedan tener alguna alergia, enfermedad o simplemente molestia por el humo.  En el caso de que hubiera un común acuerdo entre anfitriones y comensales, recordarte que fumar viene después del postre! 

En sitios públicos.

No está permitido fumar en teatros, salas de conciertos, cines, buses, tranvías, trenes, metros, teleféricos, guarderías, salas de espera en oficinas u hospitales, etc., etc.  Ni siquiera cigarrillos electrónicos se salvan.  Algunas oficinas y empresas tienen sus propias normas relativas a fumar, de tal suerte que pon atención a los mismos antes de siquiera buscar tu cajetilla. 

En restaurantes. 

Muy pocos son los restaurantes que ahora permiten fumar. Si es el caso, que los ceniceros no estén sobre la mesa, no forman parte de los utensilios de mesa, especialmente en interiores.  La misma regla se aplica, fumar viene después de la comida y no entre platos.  Si has escogido una mesa en la terraza o fuera, tampoco soples el humo hacia otros comensales ni eches ceniza en el suelo.

Yo digo que tanto fumadores como no-fumadores pueden compartir este mundo respetándose mutuamente, eligiendo lugares, ambientes y entornos para unos y otros. Si hay uno que rompiera las reglas, muy cortésmente pídele: "Siento molestarte, pero ¿podrías por favor apagar tu cigarrillo? Te lo agradeceré". Nada más. Ni toser, ni hacer muecas o ademanes con las manos y mucho menos levantar la voz. ¡A lo mejor provocas que el fumador encienda su segundo cigarrillo! 

Me despido con esta frase que la ofrecí en la página de Facebook: “No fumes cuando alguien a tu alrededor está visiblemente incómodo”.