Cortesía detrás del volante… ¡Sí se puede! – Etiqueta al conducir

Por Pilar Richardson

Conducir es todo un ejercicio al malestar, a la ansiedad, al estrés, al riesgo y también a la descortesía. No importa cuán buen conductor seas, siempre vas a tropezar con la gran adversaria de la etiqueta, la falta de respeto. Sin embargo, responder, pelear, estresarse o discutir no nos hace más seguros. Mostremos respeto por peatones y conductores para que todos estén a salvo. Veamos estos consejos.

Sigue una rutina de buen mantenimiento a tu carro. Un buen conductor asegura el que las luces, frenos, llantas, etc. estén en perfectas condiciones, por el bien de tí mismo, de los ocupantes y de los otros autos.

Tu cinturón de seguridad. Es necesario, acostúmbrate a usarlo.

No te estreses. Sal de tu casa con tiempo para no estresarte e ir peleando con los demás. El cambio de tu propia actitud contribuirá a mejorar el resto del tráfico.

Sé amable. Cede el paso. Con un poco de paciencia se puede ahorrar tiempo para evitar accidentes.

Agradece ante una deferencia. Un simple gesto con la mano o un toquecito suave de bocina apreciando un gesto de deferencia al otro conductor, crea una experiencia de conducción más positiva para todos los que están alrededor.

Ante una torpeza. Si alguien te encandila con sus luces, simplemente le haces un destello. Si te insultan o te hace gestos con la mano, toma un profundo respiro y acepta. Piensa que su gesto no está dirigido a ti como individuo; es simplemente un reflejo del estado mental de la otra persona. No hagas tuyos sus problemas.

No pares o te detengas innecesariamente. Ni para pintarse los labios, ni para leer el periódico, por respeto a los que están detrás. Debes frenar o parar gradualmente.

Sé prudente. Cuida tu velocidad, no seas brusco. Si tienes otros ocupantes, no pongas la radio a volumen fuerte, y no enciendas la calefacción o aire acondicionado sin antes preguntar.

Ni velocidad ni peligro. Respeta los límites de velocidad que por algo están establecidos. Y si bebes no conduzcas. Cede las llaves a otro conductor, pero nunca conduzcas mientras bebes.

Parquea apropiadamente. Por más de que estés apurado, no parquees en dos espacios; conserva tu civismo.

Lo que no debes hacer: Arrojar basura por las ventas, tocar bocina, a menos que sea absolutamente necesario; usar el celular –preferible usarlo con altavoz-. Mensajes de texto nunca y peor fumar en un coche cerrado.

Todos tenemos malos y buenos días, pero los malos no pueden dejar que afecten en otras personas que al final conducen las mismas carreteras y en las mismas condiciones. Procede en forma segura y serena, verás que SI se puede. Sé un conductor seguro y feliz; recuerda el proverbio repetido por nuestros padres:

“¡Más vale perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto!”