Por Pilar Richardson
La señal silenciosa
En una exposición, sala de conferencias o reunión, cuando alguien interrumpe, a veces, levantar la mano en el aire como una señal silenciosa para detener, atrae la atención de otros y por lo general, frena al que interrumpe.
Ignorar al interruptor
Algunos interrumpen porque tratan de ayudar, interponen sus pensamientos, todos nos comunicamos de diferente manera. No vale la pena parar al interruptor toda vez que interrumpe, continúen hablando fingiendo que no escucharon nada. Espera a que la persona que interrumpe capte la pista de que no se está reconociendo su inapropiado comportamiento.
Cuenta hasta 10, o 20 si es necesario.
Toma un tiempo. Cuenta hasta 10, o 20 si es necesario y continua en tu exposición. Algo que ha funcionado para mi alguna vez es decir: “Como iba diciendo antes de ser interrumpida…”, eso siempre ha disminuido o ha hecho que la persona sea menos propensa a interrumpir en una próxima reunión.
Enfrentar a la persona
Muchas veces una persona al querer mostrar su apoyo y entusiasmo, resulta interrumpiendo descortés y groseramente. Lo mejor es enfrentar a la persona en una conversación privada y constructiva. Sin mostrar enojo, se puede abordar así:
“¿Qué es lo que tenías que decir?” “Es muy valioso lo que tienes que decir ______(nombre de la persona), pero ¿podrías dejarme terminar mis ideas primero? Quiero darle toda mi atención”.
Cuando se aborda un tema de manera constructiva, generalmente, se produce un cambio en el comportamiento.
Cuando la interrupción es de “poder”.
Por naturaleza, nos entusiasma mucho compartir nuestras ideas o sugerencias y, a veces, perdemos los modales. Todo el mundo interrumpe de vez en cuando, pero hay algunas personas que interrumpen continuamente y algunos se sienten que son más. No intenten resolver los problemas de otros. Simplemente, agradecer y seguir avanzando el tema indicándole que se acaba el tiempo.
Amables pero firmes
Finalmente, en situaciones la cortesía firme es la que funciona. Miren a la persona que interrumpe de frente; sin enfado -aunque por dentro lo estén- guarden la compostura, y digan:
“Por favor, apenas termine, puedes decir lo que tengas que decir”, o “Déjame concluir lo que estoy exponiendo” inclusive, si la persona está cerca, un toque suave y “amistoso” en el hombro o en el brazo recordándole que interrumpir es de mala educación y que “Por favor, no interrumpa más”.
Algunas otras pautas
Establecer las reglas - Protocolo
Para aquellos que son facilitadores o que lideran una reunión, utilicen la buena estrategia de establecer las reglas para una comunicación eficaz desde el principio. Claramente anuncien que no se permiten interrupciones y fijen la agenda y cronogramas de participación de cada orador o presentador. El protocolo es nuestra mejor herramienta de comunicación que no deja nada al azar y cuida justamente el orden.
A practicar las buenas habilidades sociales
No dejen mostrar la falta de sus habilidades sociales: saber escuchar, tener paciencia con los que interrumpen crónicamente, la buena educación y la facilidad para relacionarse. Aunque es frustrante, con firmeza, amabilidad, con una sonrisa y buena postura (lenguaje corporal), se puede apaciguar cualquier interrupción fuera de lugar.
Si deben interrumpir inexorablemente
Si realmente deben interrumpir con alguna idea que no puede esperar o una aclaración, simplemente pidan"¿Te importa si interrumpo?".
"Disculpa". "Necesito decir algo importante ahora".
Comportamiento social. Es un mal hábito:
- Interrumpir la conversación de una persona en un restaurante.
- Interrumpir la conversación telefónica de alguien, excepto en caso de emergencia.
- “Nunca”, la peor de todas, interrumpir a un orador en plena exposición en un escenario.
¡Espero esto ayude y que todo el mundo salga ganando!
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