Por Pilar Richardson
El mundo está reabriéndose lentamente. Poco a poco, algunos restaurantes se están relajando en su apertura, simplificando menús, pero también cuidando la bioseguridad en sus instalaciones. ¡Qué incentivo para salir a comer!
Aunque algunLos establecimientos tendrán tiempo para esperar y dependiendo siempre de los últimos desarrollos locales, salir a comer juntos tendrá nuevas reglas que todos deben seguir tanto los dueños como los comensales.
Reserven y esperen para ser acomodados
La capacidad de los restaurantes estará limitada. Es aconsejable reservar con anterioridad para tener una mesa asegurada. Al llegar, esperen para ser acomodados, tendrán una mesa asignada mas no la de mejor vista, pues los restaurantes limitarán a un máximo de ocho clientes por mesa y organizarán las mesas conservando el distanciamiento de los 2 metros de distancia física para el aislamiento. Si toca esperar, pacientemente esperen en la parte de menos afluencia.
A comer al aire libre.
El restaurante que pueda, con seguridad ofrecerá acomodaciones al aire libre para ofrecer ambientes de menos riesgo. Asimismo, algunos lugares y establecimientos ya están gestionando los permisos para el consumo de alimentos y bebidas al aire libre.
Restaurantes: ¡A colocar carteles!
Una buena señalización visible a la entrada, alertará correctamente a los clientes y personal sobre la distancia física requerida, así como la indicación de que nadie tenga fiebre al ingresar, utilice mascarillas y mantenga los 2 metros de distancia. En lo posible, el restaurante delimitará las áreas de espera, cajas registradoras y la circulación.
Empleados: ¡Sigan los protocolos!
Esencial que los empleados sigan los protocolos de sanidad. Desde controlar sus temperaturas, al ingresar, desinfectarse y lavarse las manos constantemente, el uso de guantes y mascarillas el momento de colocar los utensilios o servir los alimentos a la mesa y cualquier otra precaución de seguridad. Asimismo, están obligados a rechazar la entrada del cliente que no portara una mascarilla.
COMENSALES:
No soltar las mascarillas (barbijos).
El detalle básico para protegerse, evitar la propagación de contagios o simplemente como señal de cortesía, es el uso de las mascarillas. No es tarea fácil especialmente cuando llega una humeante pasta y una copa de vino. No se retiraren las mascarillas hasta que llegue la hora de comer, sin embargo, sean respetuosos con otros comensales que se las retiran y colocan varias veces durante la comida. ¡Todo vale! Lo que no se hace, es tapar la boca con la mano.
Nada de apretones de manos.
Dueños y comensales absténganse de estrechar la mano o darse el beso en la mejilla al reunirse con su invitado o conocido entre las mesas. Saluden con un "¡hola!" con palma abierta para impedir que nadie se sienta incómodo.
Adiós a “compartir”.
Aunque es tentador, eliminen el reflejo de compartir las comidas como solían hacer. Salir a comer juntos ahora es utilizando cubiertos o palillos personales y servilletas de papel, tal vez hasta platos desechables, como las opciones más sanitarias.
Hablar con la boca llena, un gran ¡NO!
Si comer en grupos pequeños y al aire libre es ya diferente, pues el gran “NO” también y con mayor énfasis es hablar con la boca llena, es mejor el hábito de utilizar la servilleta para hablar.
Clientes, ¡practiquen paciencia!
Sólo queda ¡practicar la paciencia! Después de meses de haberse quedado en casa y distanciarse socialmente, ya la impaciencia puede apoderarse de uno. Sin embargo, esto no desaparecerá tan pronto, aprendamos todos a adaptar las prácticas y maximizar la seguridad de todos.
Los inevitables “baños” (aseos).
Otro gran desafío con el fin de evitar el contacto con otros, es mantener la distancia por los pasillos junto a los baños. Si van a utilizar el baño, sigan las recomendaciones sanitarias (no toquen superficies, lávense las manos y utilicen toallas de papel para abrir y cerrar grifos, secadoras, etc.). Aquí nuestros modales se vuelven extremadamente trascendentales para no incomodar a nadie y ser considerados y no dejar las “huellas” que nadie desea ver ni tocar.
La cuenta y la propina altamente apreciada.
No se queden más tiempo del necesario. Dentro de lo posible, paguen con tarjeta de crédito con propina incluida. Ahora es el momento de poner una sonrisa en rostros ajenos.
Los días de restaurantes bulliciosos y grandes eventos ya son cosa del pasado, nuevas modalidades han ocupado su lugar. Lo que queda claro, es que ahora más que nunca es primordial demostrar cuánto nos importan los demás.
Con un poco de amabilidad y una o dos palabras cuidadosamente elegidas, podemos forjar nuestro camino hacia delante, juntos. ¡Resistan el impulso de rechazar estas reglas!
Fotos: SeñoraEtiquetaCollection.
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