Por Pilar Richardson
Hace unos días escribía sobre la etiqueta del baby shower y enfatizaba: “no existe ninguna regla que elimine juegos y otras amenidades, así como no existen normas en cuanto a colores y decorado (azul para niños y rosado para niñas).” ¡Absolutamente cierto! Los colores, no tienen género. De lo contrario, estaríamos creando estereotipos de género, muy usual en los que estamos en el afán de orientar, poner reglas, enseñar o asesorar. Podemos caer en estereotipos imponiendo luego ciertos comportamientos en los niños basados en su género, muy lejos de la percepción del mundo que nos rodea.
Veamos algunas recomendaciones.
Concepciones -erróneas
Algunos estereotipos muestran a los varones como fuertes, dominantes, valientes, seguros, independientes, arrojados, etc., y dentro del género femenino se asocian más bien a las mujeres como tranquilas, sumisas, frágiles, débiles o reservadas. Sin notarlo, tomando estas concepciones, en vez de engrandecer el rol de cada género, la capacidad o potencial de los mismos, reforzamos ideas de que cada género hace esto o aquello o se recomienda eso de “sólo para niños” o “sólo para niñas”, determinando ideas y creencias que pueden marcar y permanecer erróneamente toda una vida.
Cómo preparar a los niños sobre los estereotipos de género.
La tarea de padres y educadores es imperativa para corregir conductas que dificulten el desarrollo normal de los niños en sus diferentes actividades, sin discernirlos -ni por colores, moda, juegos, tareas, talleres, deportes o clases. En la casa es recomendable compartir los roles y tareas y la comunicación es sumamente importante.
En la pre adolescencia -época clave- es bueno encauzar discusiones sobre relaciones respetuosas, roles de género y estereotipos pues ya comienzan a experimentar sus primeras relaciones románticas y los estereotipos comienzan a influir en decisiones futuras. Juntos es apropiado orientarlos y discutir sus opciones de actividades extracurriculares, supervisar y analizar cualquier contenido inadecuado, ya sea en películas, televisión o sitios de internet a los que estén expuestos. Es necesario también, entender sus juicios sobre el género y cómo les afecta en las expectativas que tienen de sí mismos y el trato que reciben de los demás.
Cómo para desafiar estereotipos de género.
Hay formas de desafiar estereotipos para ayudar a todos, sin importar su identidad de género a fin de que se sientan iguales y valorados como personas.
Dentro de la educación, la igualdad es clave para que los niños se identifiquen dentro de sus propios roles, sentimientos y emociones y potencien su desarrollo de forma integral, sin ideas preconcebidas ni estereotipos.
Algunas sugerencias sobre las expectativas pueden incluir:
1. Alentar a los niños a que tengan amigos de todos los géneros.
2. Elogiar a los niños toda vez que tengan un buen comportamiento. Dije antes, “un halago es merecedor de aprecio, fortalecedor de relaciones; es inspirador y lo mejor de todo, no cuesta nada! “.
3. No utilizar lenguaje como: “eso sólo hace el hombre” o “los hombres no tenemos sentimientos” o “los hombres no lloran” o “eso hace una damita”, y menos: “soy gorda”, “soy tonta”, al final con tanta crítica a sí mismas, las niñas terminan creyéndoselo.
4. Promover el uso de juguetes y colores neutros en género. Niños y niñas deben ser libres de escoger su juguete preferido. Si un niño desea tomar un utensilio de cocina, a lo mejor en un futuro será un chef o una niña que juega con aviones, será quién sabe, una aviadora. Tenemos que ayudarles y darles las mismas oportunidades, por tanto, a no segregar los juguetes! Matel dice: "Si hay una manera de influenciar a los niños, es a través de un juguete ..."
5. Realizar deportes mixtos, es decir, los que mezclen niños y niñas. Si uno de los géneros es menos o más débil en tal o cual deporte, abrigarán la satisfacción de la competencia en equipo y desarrollarán mayor confianza que en los deportes típicos.
6. Evitar, cuando lleguen visitas, enviar al niño a jugar en el jardín, mas al contrario, las niñas ayudan o comparten con los invitados. Debemos enseñarles a estar presentes, saludar, hacer contacto visual e interactuar con los invitados.
7. Tratar de enseñar a los niños más habilidades organizacionales, ya que típicamente son las niñas que son más conscientes de sus deberes escolares. Que los padres y maestros, les enseñen a edad temprana, organizar sus armarios, confeccionar su agenda, organizar su trabajo escolar por prioridades, clasificando o categorizando.
8. Fomentar las habilidades de liderazgo en las niñas (y niños), mejor si es en la etapa de la adolescencia. Existen lugares especializados o retiros específicos para concentrarse en la confianza, la comunicación, el autoestima y las habilidades de relacionamiento. Que desde jóvenes aprendan a resolver conflictos, tomar riesgos, defenderse a si mismos, administrar su tiempo y que en un futuro, sepan abordar problemas de comportamiento en el lugar de trabajo.
9. Limitar las categorías de "niños" y "niñas" en algunos ejercicios en las aulas, ¡mejor lluvia de ideas! Los maestros tienen la obligación de abordar los estereotipos a fin de no generar tensiones y crear faltas de respeto en clase. Como ejemplo, no creen que al ingresar en una clase en vez de saludar: “Buenos días niños, buenos días niñas” sobresale un “Buenos días estudiantes”?
No hay nada que hacer que el género si importa en educación -como en todo lo que hacemos los humanos-, pero tenemos que enfocar en lo que deseamos enseñar, escribir y orientar muy cuidadosamente. Todo con moderación, es clave, y padres y profesores deben esforzarse por mantener los tipos de géneros equilibradamente. No todo es color de rosa…(ni de azul).
®SE
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